viernes, 21 de mayo de 2010

Introducción: La dualidad de la TV argentina


Si me preguntan cuál es mi opinión actual sobre la TV, diría que se trata de una contradicción fuertísima, una terrible dualidad. ¿Qué clase de televisión tenemos? ¿Es la que queremos consumir? En PONÉ COSO vamos a tratar de darnos cuenta, pero es necesario antes hablar sobre las dos caras de nuestra pantalla. A modo de introducción cuento que…

Por un lado es claro que, salvo excepciones, hay poca imaginación en los canales de aire y que cada vez consumimos más cable. Ese es el problema clave. La mayoría de los programas son satélite de lo que pasa en uno solo: Showmatch. Difuso? Lo ilustro. Tomemos el caso de América, canal que comienza la tarde con Intrusos. Allí vemos dos horas de chimenterismo barato y escándalos mediáticos protagonizados mayormente por las participantes de "Bailando por un Sueño". Finaliza la transmisión y sigue Infama, cuyo contenido es exactamente igual al de Jorge Rial, solo que con un conductor distinto (Santiago del Moro) y una música de suspenso en los videotapes. Acá, una vez más, vedettes que se declaran artistas deciden compartir sus problemas con la audiencia argentina y, lo que es mejor, solucionarlos en cámara.
Una vez terminado esto empieza RSM, a las 20.15 hs. Mariana Fabbiani, Humberto Tortonese y compañía nos regalan la posibilidad de ver por tercera vez en el día tapes sobre lo que vimos en vivo el día anterior, aunque supuestamente con un toque cómico (dado principalmente por sonidos vulgares que se agregan durante la edición).
Una hora y cuarto después llega “Un mundo perfecto” con Roberto Pettinato. Es lo que yo considero lo mejorcito de la programación de América: monólogos y entrevistas cómicas pero una verdadera tragedia si se tiene en cuenta que el programa comenzó como un late show de estilo americano que tuvo que mutar a la TV barata por sus bajas mediciones de rating y así incorporar a panelistas que midan, como Amalia Granata. Se le tuvo que permitir la entrada al estudio a las polémicas de la farándula y a personajes vulgares y mediocres. Obviamente para bajar el nivel atraer más espectadores.
Después, Alejandro Fantino realiza otro intento de reivindicar su heterosexualidad en “Animales sueltos”, ya comenzadas las 23.00hs. Acá nos topamos con una especie de living donde el conductor y sus panelistas charlan con (modelos? vedettes? gatos?), seguramente las mismas invitadas que protagonizaron la tarde en los shows anteriores. Las hacen desfilar un poco y una vez que calentaron el rating, comienzan a debatir temas centrales para los argentinos, tales como cuánto sexo tiene Natacha Jaitt o la relación de Virginia Gallardo y Ricardo Fort (fenómeno extraño que acumula muchísimas horas al aire, solo por el hecho de ser millonario y excéntrico). En otras palabras, en América desde las 15:30hs hasta las 00:30hs vimos lo mismo. Esta alta gama de contenidos y diversidad es la que nos ofrece el canal del coloradito De Narváez.

Las demás señales no nos presentan un panorama muy distinto, pero en las próximas entradas analizaremos una por una.

Habiendo dicho esto la televisión argentina parece basura. Pura basura, pero no me crean. Desconfíen. Lo que logré fue una total demonización de nuestra pantalla chica. Acá les presento la dualidad con un dato que los va a dejar con la boca abierta. ¿Sabían ustedes que Argentina es el cuarto exportador mundial de televisión? Sí, nuestro país no para de vender formatos (bien sea para ser adaptados o ya en lata). El cuarto. Justo atrás de Estados Unidos, Canadá y Holanda aparece el bendito culo del mundo. Suena a una mentira tremenda después de lo que acabo de opinar, pero es completamente cierto. De hecho, entre 2006 y 2008, nuestras horas de exportación subieron un 1479%. El presidente de la productora israelí “Dori Media Group”, Nadav Palti dijo: "Elegimos la Argentina porque tiene una altísima calidad de producción, un excelente nivel técnico y los mejores contenidos, en una ecuación económica satisfactoria". En países de Europa del Este e Israel se consume muchísimo lo que nosotros también vemos. Varios conocen de las giras internacionales de Rebelde Way, de Casi Ángeles o de la adoración de los rusos para con Natalia Oreiro. Incluso, basta con mirar un poco de Televisa para encontrar miles de formatos argentinos (“Los simuladores”, “Hermanos y detectives” y “Amor Mío” son solo ejemplos). Otro dato: series como “Los exitosos Pells” o “Lalola” tienen más de 10 adaptaciones alrededor del globo.
Es importante tener en cuenta que luego del 2001 los presupuestos televisivos cayeron tremendamente y hubo menos dinero disponible para la ficción. Por eso surgieron tantos programas de chimentos y escándalos mediáticos (acompañados de otros fenómenos), no había otra cosa que mostrar. Aun así, ¿cómo es posible que en una misma TV convivan los unitarios de Pol-ka, los documentales de Encuentro y las transmisiones deportivas con la burla a un pobre travesti que se confiesa cantante, los caprichos de un millonario que también se confiesa cantante y el exhibicionismo constante a cualquier hora? En PONÉ COSO vamos a tratar de descubrirlo. Bienvenidos!!

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